sábado, 11 de abril de 2009

Desarrollar la capacidad de resilencia


DESARROLLAR LA CAPACIDAD DE RESILIENCIA


1. Desarrollar una sana autoestima: Creando y sosteniendo autoconfianza, autoimagen positiva; aprender a conocernos, aceptarnos y valorarnos de manera realista y comprensiva.
2. Seguir la vocación. Orientar la energía hacia el talento y el bienestar. Es decir, invertir energía y tiempo suficientes en aquello que nos gratifica y sobre lo que tenemos habilidad o dominio.
3. Ser asertivos. Ejercitar una comunicación clara, honesta y oportuna, que nos permita prevenir y resolver malos entendidos, y evitar "coleccionar" y "tragarnos" lo que nos incomoda y convertirlos luego en resentimientos.
4. Ser optimistas. Ver el lado positivo del mundo, de la vida y de nosotros mismos. Esto es, buscar y esperar que suceda lo mejor.
5. Reencuadrar los resultados. Aprender a ver los eventos indeseados como aprendizajes necesarios y no como fracasos autoatribuídos.
6. Desarrollar relaciones positivas. Vincularse de manera cercana, estable y positiva para el disfrute de los vínculos y su utilización como base de apoyo emocional mutuo.
7. Ser precavidos. Actuar preventiva o proactivamente, pensando antes de que las crisis aparezcan.
8. Ser creativos. Trabajar en el ejercicio de la creatividad, a fin de adquirir la capacidad de buscar soluciones y salidas de manera diversa y flexible.
9. Definir metas significativas. Planificar metas y objetivos razonables que rebasen la capacidad de realización del sujeto.
10. Desarrollar autocontrol. Aprender a regular la reactividad, sirviéndonos de la racionalidad y de lógica. Saber cuando frenar evita muchos problemas.
11. Reducir expectativas. Aprender a esperar menos de los demás y tener sobre uno mismo expectativas razonables basadas en hechos, nos evita frustraciones.
12. Centrarse en el proceso. Aprender a vivir cada momento de cada día de la mejor manera posible, y no centrarse únicamente en el resultado final.
13. Hacer ejercicio. La práctica de ejercicio diario, libera las llamadas "hormonas del estrés" como: el cortisol, la adrenalina y la noradrenalina, y potencia la producción de hormonas positivas para el organismo.
14. Practicar relajación. El entrenamiento en relajación y meditación promueven una nivel de serenidad que favorece la tolerancia a situaciones estresantes.
15. Orar. La oración abre una brecha espiritual que colinda con la fe. Ha sido elemento clave en la aceptación de tragedias y la superación de enfermedades.

1 comentario:

maribel dijo...

Realmente las felicito por el trabajo realizado, excelente, ya escuche la mùsica y me encanto---siempre contaràn conmigo, un abrazo...